Recientemente he viajado a París, y como no podía ser de otra manera, he visitado el magnífico parque de atracciones de Eurodisney. En concreto, he ido con mi familia, compuesta por mi mujer, mi hija e hijo. Todos nos quedamos de pasta de boniato, viéndolo todo, pero cuando mi peque vió en vivo a su queridísimo Rayo Mcqueen, fué lo más. No sabría describir ni lo que sintió mi hijo, ni lo que sentí yo viéndolo a él.
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